Barracas Central saltó al campo del estadio Florencio Sola con una camiseta con una leyenda en la que se pidió "Justicia por Lucas González", el futbolista del club asesinado por la Policía de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires la semana pasada.

El capitán y arquero, Maximiliano Gagliardo, encabezó la fila con la remera negra, una cinta de luto y una leyenda en letras blancas en la antesala de la final contra Tigre por el primer ascenso a la Liga Profesional de Fútbol. El equipo "guapo" también llevó globos negros en la salida.

Además, en la previa del choque se realizó un minuto de silencio como en todas las canchas del fútbol argentino.

Y también estuvieron su padre, Mario, y su madre, Cintia, a quienes se los vio emocionados durante la conmemoración al grito de "justicia, justicia" por parte de ambas parcialidades.

"Boron bom bom, boron bom bom, el que no salta es un botón", se escuchó en toda la cancha, en un canto contra las fuerzas de seguridad.

El homicidio de Lucas

Lucas González, de 17 años, fue asesinado la semana pasada de un balazo en la cabeza que le causó una hemorragia interna, según confirmó el resultado preliminar de la autopsia ordenada por el fiscal Leonel Gómez Barbella, titular de la Fiscalía N°32.

González, quien se desempeñaba en la sexta división del club de Parque de los Patricios, salía de entrenar en Barracas Central, con otros tres amigos cuando los interceptó un automóvil sin identificación, con efectivos policiales de civil y el chico fue baleado a "sangre fría", según explicaron los implicados en declaraciones a los medios.