Boca mereció más en Brasil ante Corinthians pero el 0-0 no le cayó mal pensando en la vuelta
29 de junio de 2022
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El partido que se disputó en el estadio Arena, finalizó sin goles gracias a la intervenciones del arquero Cássio, en mayor medida, y también a la de Agustín Rossi, que le contuvo un penal a Guedes. Todo se define en La Bombonera la semana que viene. Párrafo aparte para la actitud de cinco hinchas "xeneizes" que fueron demorados por actos racistas.
Boca validó esta noche de martes con una igualdad sin goles en su visita a Corinthians, en San Pablo, la "vieja importancia" que tenían los empates como visitante por cualquier marcador antes que apareciera la doble validez del gol de visitante, regla esta que quedó extinguida a partir de este arranque de los octavos de final de Copa Libertadores.
Por eso cuando la semana próxima los "xeneizes" reciban a los paulistas en la Bombonera seguramente este empate de este martes sí pueda considerarse con el "doble valor" de haberse conseguido fuera de casa, y nada menos que en Brasil.
CINCO HINCHAS DE BOCA, DEMORADOS ACUSADOS DE COMETER ACTOS DE RACISMO
Cinco hinchas de Boca fueron demorados esta noche en las inmediaciones del estadio Neo Química Arena, de Corinthians, acusados de llevar adelante actos racistas contra parciales del equipo paulista.
Según le indicaron a Télam fuentes del Juzgado Criminal en la comisaría del estadio de Corinthians, la acusación al primero de los detenidos fue realizada por dos hinchas locales que filmaron al agresor, un argentino que no tenía documentos pero es residente en Brasil, ataviado con una camiseta de Boca e imitando a un simio para burlarse de ellos.
Los dos denunciantes fueron Gabriel Ferreira y Guilherme Vieira. El primero de ellos le dijo a Télam que están "cansados de que los hinchas de Boca hagan siempre lo mismo, con estos ataques racistas".
Por su parte Vieira manifestó que a partir de estos episodios no tenía "ganas de hablar con la prensa argentina ni con ningún argentino".
Este hecho, caratulado como "injuria racial", se produce apenas tres días después de que Boca fuera multado por Conmebol con el pago de 100.000 dólares justamente por agravios racistas realizados por hinchas "xeneizes" a parciales de Corinthians acontecidos durante el encuentro de mayo pasado en la Bombonera, en el encuentro que ambos protagonizaron por la Zona E de la fase de grupos de esta Copa Libertadores.
Tras la aprehensión del hincha boquense el consulado argentino en San Pablo tomó cartas en el asunto.
Los hinchas argentinos, según le indicaron fuentes policiales a Télam en la comisaría situada en el subsuelo del estadio Neo Química Arena, podrían ser trasladados ya en la próxima madrugada del miércoles a otro lugar de detención fuera de este escenario deportivo, tal como aconteciera con un aficionado mendocino en abril pasado, cuando aquí jugaron el partido de ida de la fase de grupos. Este pagó una fianza y fue liberado.
La postura de Boca incidió para la imagen irresoluta que dejó Corinthians especialmente en el primer tiempo, donde los dirigidos por Sebastián Battaglia dejaron la impresión de ser un equipo en permanente solidificación, sin brillo pero con eficiencia.
Boca se vio como un equipo fortificado del medio hacia atrás como Boca, que sin embargo no declinaba sus opciones de ataque al contar con tres delanteros bien plantados como lo fueron Exequiel Zeballos y Sebastián Villa por los costados, como wines derecho e izquierdo a la vieja usanza futbolera, y un centrodelantero como Darío Benedetto afincado entre ambos.
Pero por si esto fuera poco, Boca jugó con un "10" también de "vieja data", no un enganche típico. Este hombre fue el paraguayo Óscar Romero.
Se podría decir entonces que el Boca de Battaglia que supervisa desde el Cosejo de Fútbol, Juan Román Riquelme, es una imagen reversionada de aquel equipo multiganador de Carlos Bianchi (con las distancias del caso), que juega "a la antigua" para ser efectivo en los tiempos modernos.
Y este partido fue una prueba nada menor para este conjunto boquense, porque después de transitar un tiempo bastante prolongado de dudas, hoy empezó a verse a que juega, o pretende hacerlo, en busca de plasmar una idea y a partir de ella ir forjando su propio estilo.
Fue clave, antes, durante y después, la postura colectiva ante un compromiso de fuste frente al segundo del Brasileirao, escolta del bicampeón de América, Palmeiras, que sin embargo dispuso de una ocasión inmejorable para quedarse con todo en las postrimerías del primer tiempo.
Es que hubo una falta penal cometida por Marcos Rojo que convalidó el VAR, que recién empezó a accionar en esta instancia de la competencia, y que el "especialista" Agustín Rossi le contuvo magníficamente a Róger Guedes lanzándose hacia su derecha.
Esta acción y otra salvada justamente por el propio Rojo en el arranque del complemento fueron las dos mayores acciones de riesgo propiciadas por los brasileños.
Mientras que para Boca hubo un tiro libre de Romero que Cassio sacó sobre su ángulo superior izquierdo en el segundo tiempo que también podría haber cambiado el destino del partido.
Pero al final todo quedó como al principio, y Boca, que tuvo la despedida sin ingresar de Eduardo Salvio y la publicidad de Qatar Airways de su camiseta, se fue del ex Arena Corinthians con un sabor más "cuartofinalista" que cuando llegó a San Pablo.