El ministro del Interior, Eduardo 'Wado' de Pedro, destacó la importancia de mantener un "diálogo directo, sin intermediarios interesados" en el marco de una cena privada que mantuvo durante la noche del miércoles con la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, y el Consejo de las Américas, en el Alvear Palace Hotel, de la que participaron unos 60 empresarios y CEOS de los más relevantes de la Argentina.

La reunión fue organizada por el Consejo de las Américas, que este jueves congrega en una jornada a dirigentes oficialistas, como el ministro de Economía, Sergio Massa, y de la oposición, como Horacio Rodríguez Larreta.

De Pedro fue el único político invitado a la cena y, en su discurso, de alrededor de media hora, anunció un viaje a los Estados Unidos acompañado de todos los gobernadores de Norte Grande, según se informó.En su discurso, De Pedro agradeció la convocatoria y destacó el "diálogo directo, sin intermediarios interesados", a la vez que también expuso parte del trabajo de relevamiento que realizó en las provincias sobre obras estructurales enmarcadas en el Plan Federal de Desarrollo

Asimismo, puso de relieve la importancia de las inversiones vinculadas a la actividad gasífera y consideró a la construcción de gasoductos como un punto necesario para autoabastecerse, exportar, instalar plantas de GNL y ampliar la producción de fertilizantes y petroquímicas.

De Pedro compartió la mesa principal con la presidenta del Consejo, Susan Seagal; el embajador en los Estados Unidos, Jorge Argüello; el embajador de Estados Unidos en la Argentina, Marc Stanley; el presidente y CEO de AES Argentina, Martín Genesio; y el titular de la CAC, Natalio Mario Grinman.

Además, estuvieron el CEO de Citibank Argentina, Federico Elewaut; por el J.P Morgan, Facundo Gómez Minujin; el presidente Pan American Energy Group, Alejandro Bulgheroni; el de Dow Argentina, Matías Campodónico; de Integra Capital, José Luis Manzano; el titular y CEO, IRSA Inversiones y Representaciones, Eduardo Elsztain y el presidente Aeropuertos Argentina 2000, Martín Eurnekian