Pietragalla Corti: "Tenemos que copiar mucho más el ejemplo de Mugica"
07 de julio de 2023
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El secretario de Derechos Humanos de la Nación el acto en memoria del cura y militante, a 49 años de su asesinato. "Recordarlo en un contexto de odio y negacionismo es muy importante", puntualizó el funcionario
La trayectoria, el legado, algunas semblanzas, anécdotas y pensamientos fueron los conceptos claves por donde discurrió el acto en memoria del padre Carlos Mugica a 49 años de su asesinato, que contó con la presencia del secretario de Derechos Humanos de la Nación, Horacio Pietragalla Corti.
"Tenemos que copiar mucho más el ejemplo de Mugica", dijo el funcionario, el último orador, ante el auditorio de más de 100 personas situadas en el Archivo Nacional de la Memoria ubicado en el predio de la exEscuela Mecánica de la Armada (ESMA).
La directora de Gestión de Fondos Audiovisuales del Archivo, Natalia Magrin, ofició de moderadora en una mesa que se completó con Domingo Bresci, integrante del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo; y María Sucarrat, periodista y egresada de la carrera de Letras.
"¿Qué tiene Mugica? ¿Qué pasa que a 49 años estamos todos juntos recordándolo?", se preguntó Sucarrat con la edición de su libro "El inocente. Vida, pasión y muerte de Carlos Mugica" entre las manos.
Después de escuchar algunas anécdotas vinculadas al cura asesinado el 11 de mayo de 1974 por la organización parapolicial Triple A, Pietragalla aportó la suya y contó una frase que repetía el represor teniente coronel Hernán Tefzlaff, su apropiador.
"Hacemos guardias para que no venga el Padre Mugica con los pobres a tomar departamentos", recordó sobre esa época de niño en la que vivió en Lugano 1 y 2, en la Ciudad de Buenos Aires.
Con detalles y su tono pausado, Bresci hizo un largo recorrido de su vínculo con el sacerdote al que conoció en 1957.
La primera vez que lo vio fue en la cancha de fútbol del seminario en el que se formaron.
"¿Era bueno?", preguntó Pietragalla.
"Sí, pero pegaba bastante. Era su modo particular de jugar a la pelota", rememoró quien todavía forma parte del grupo de Curas en la Opción Por los Pobres.
Multifacético, transgresor, político y comprometido fueron algunos de los tantos valores con los que los oradores recordaron al cura de familia tradicional, criado en Recoleta, que ejerció su condición de sacerdote en la villa 31.
"Dejó un legado de sacerdotes que crearon una Iglesia para el pueblo", resumió Magrin, quien también contó que el Archivo Nacional guarda la Colección Curas por la Opción Por los Pobres, reconstruida con distintos materiales, documentos y elementos donados por este movimiento.
"Es el mejor lugar en el que podía estar para tener presente la vida de Mugica y estar rodeado de toda esta historia", evaluó Bresci.
Durante su intervención, Sucarrat llamó a hacer un trabajo de introspección y llamó a pensar lo que hacía esta figura homenajeada en la exEsma.
"Se lo puede recordar como una forma de memoria de la resistencia ante lo que vendrá y lo que pasó", remarcó para reflexionar sobre Mugica también desde los problemas y debates actuales.
"Tenemos un problema en pensar cómo seducir a las nuevas generaciones en tiempos de celulares, rapidez y poco texto. Y poder recordarlo es importante", planteó el secretario de Derechos Humanos para hacer foco en el valor de los mensajes y la producción de sentidos.
Pietragalla también compartió otra anécdota que lo vincula al Padre: "Tengo una foto de una cena en la que está mi viejo junto a Eduardo Luis Duhalde, Marilina Ross y también Mugica, entre otros. Lo tengo en un cuadro hermoso", detalló el funcionario.
El padre Carlos Mugica
Nacido el 7 de octubre de 1930 en el barrio porteño de Villa Luro e hincha de Racing, Mugica tenía intereses variados: en el fútbol, la política, la cultura, el cine y los diarios, entre otros.
El Colegio Nacional de Buenos Aires fue su secundaria, cursó la la carrera de derecho, pero la abandonó en 1951 para integrarse al Seminario Metropolitano de Buenos Aires.
El 11 de mayo de 1974, a las puertas de la iglesia de San Francisco Solana, en su barrio natal de Villa Luro, fue acribillado a balazos por integrantes de la organización armada paraestatal Alianza Anticomunista Argentina, creada por el ministro José López Rega con quien Mugica tuvo claras disidencias políticas.
Como repasó Bresci, algunas de esas estuvieron vinculadas a la construcción de viviendas en la Villa 31, donde el cura de los pobres concentró parte de su acción en la Ciudad de Buenos Aires.
"Recordarlo en un contexto de odio y negacionismo es muy importante", puntualizó Pietragalla, que terminó su intervención leyendo una oración que Mugica había inventado y solía rezar.
En el comienzo del acto se exhibió un contenido audiovisual que recorrió algunos de sus testimonios, posturas y definiciones políticas e imágenes de archivo como introducción a sus 44 años de vida.
"En sus escritos y sus primeras acciones se comprueba que se puede pensar de una manera y ponerla en práctica", afirmó Sucarrat en el emotivo homenaje.
"Era una bestia para jugar al fútbol, para estudiar, para rezar y para trabajar. Se entregaba todo y con todos", describió Bresci, quien obsequió una foto para el Archivo Nacional de la Memoria.
Es una imagen frente a la cárcel de Villa Devoto, donde el grupo de Curas en la Opción Por los Pobres se acercó a reclamar por los presos políticos.
"Era parte de lo que hacía y me gusta porque no es tan recordada", dijo Bresci después de que Pietragalla la recibiera en un tramo del homenaje a 49 años del asesinato de un héroe popular.