El titular de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI), Agustín Rossi, dijo que en la investigación del intento de asesinato a la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner "hay elementos contundentes" que sugieren que ese hecho contó con la participación de varias personas, pese a que se buscó "construir un relato para que concluya todo en la pareja detenida", aunque sostuvo que se empiezan a conocer elementos contundentes que llevan a otras líneas de investigación y que deben profundizarse", señaló Rossi en declaraciones a El Destape Radio.

Las declaraciones del funcionario se produjeron cuando se conoció que en el marco de la investigación que sigue la jueza federal María Eugenia Capuchetti por el intento de magnicidio a la exmandataria, se detuvo a una tercera sospechosa.

La nueva detención, que se suma a las de Sabag Montiel y Uliarte, se concretó en el partido bonaerense de San Miguel tras una serie de allanamientos ordenados por la Justicia Federal y que estuvieron a cargo de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).

También se supo en las últimas horas que la Vicepresidenta recibió amenazas de muerte el lunes por la tarde a través de un llamado telefónico al número 911 que se detectó en La Plata.

"Cuando suceden hechos de estas características (el intento de magnicidio a la Vicepresidenta) muchas veces tienden a repetirse otros hechos como en espejo. Esto sucede sobre la misma persona o contra otro dirigente de similar envergadura. La política tiene que tener en cuenta esto, y la justicia también, por el reflejo de cara al futuro", advirtió el titular de la AFI

Por estos motivos, Rossi consideró que "la política argentina no debe ser la misma después del atentado a Cristina".

"Puede ser una ventana de oportunidad para que surja la posibilidad de un escenario de acuerdo político, que permita un piso de acuerdo", sugirió el funcionario.

Por otro lado, Rossi sostuvo que tras el atentado, "esperaba que la actitud de la oposición sea del tenor de la que tuvo Antonio Cafiero" durante la rebelión carapintada de Semana Santa de 1987, cuando el dirigente peronista manifestó su apoyo al presidente Raúl Alfonsín ante aquella asonada militar. "Pero los dirigentes de la oposición comenzaron muy rápido con los 'sí, pero'", concluyó.