Aunque avanza en las negociaciones de su contrato con Barcelona, Lionel Andrés Messi es oficialmente jugador libre por primera vez en su carrera profesional, por lo que podría firmar con cualquier club que así lo desee, una noticia que no deja de ser un cimbronazo en el equipo catalán, que se encomienda al argentino para volver a tener un equipo competitivo para la próxima temporada.

Fue a las 24 de este miércoles en España, las 19 en Argentina, cuando finalizó el contrato que unía a Messi con el equipo que lo recibió hace veinte años desde Rosario. Las trabas entre ambas partes están centradas en algunos detalles menores que se extendieron en el tiempo, teniendo en cuenta que el 10 hoy está enfocado en la Copa América, y que esos puntos están siendo tratados por Jorge Messi, padre y representante del astro.

Lionel, que quiso irse el año pasado en el peor momento de la gestión de Josep Bartomeu, se encuentra en mejores términos con el actual mandatario Joan Laporta. Eso hace que sea más improbable un Cisne negro que aleje al goleador histórico del Barcelona de la camiseta que lo hizo legenda.

Sin embargo, las conjeturas están a la orden del día en España. Especialmente por cuestiones legales. El Barcelona no puede actualmente utilizar la imagen de Messi para promocionar la campaña de la próxima temporada, ni la nueva camiseta, ni nada por el estilo, lo que genera pérdidas económicas e incertidumbre en los sponsors. Muchos de ellos están atados directamente a la presencia o no del astro en el equipo. Leo en estos momentos no es legalmente jugador blaugrana.

El argentino estaba unido al club catalán casi desde el 14 de diciembre de 2000, cuando el responsable de La Masía, Carles Rexach, le redactó en una servilleta de restaurante un primer contrato a Messi con Barcelona, que terminó sirviendo de borrador para el que se haría oficial el primer día del año siguiente. Hoy no hay nada legal ni servilleta, aunque un amor enorme que torcería la voluntad del astro. ¿Será suficiente?